Atención sanitaria de futuro.

La atención sanitaria está en el punto de mira de pacientes y gobierno. Unos porque requieren de una atención más ágil y de calidad, y el otro porque necesita recortar unos gastos que, en ocasiones, son excesivos.

En este sentido, España inició hace algún tiempo la Historia Clínica Electrónica en el que los facultativos pueden acceder a través del ordenador al historial de sus pacientes a nivel nacional. Se empezó por Andalucia y se ha extendido a otras comunidades autónomas.

Después se dió un paso más, y en 2005 se empezaron a utilizar las Prescripciones Electrónicas, es decir, recetas sin papel. El no tener que acudir al médico para las recetas, ahorra tiempo a los pacientes y dinero a las administraciones. Pensemos por ejemplo en un paciente crónico que, prácticamente todas las semanas tiene que acudir al médico para recoger las recetas de sus medicinas. Según Pablo Rivero, director de desarrollo internacional de e-health de la AMETIC, ha supuesto un ahorro que ronda el 15% en las comunidades en las que se aplica.

Hablemos pues de algunas de las empresas que trabajan en el sector. Por un lado tenemos a Everis que, en su sector sanitario, pretende mejorar la gestión de los enfermos crónicos, ya que estos suponen entorno al 50% del presupuesto según su Director Comercial Santiago Martín. El software de Everis, de manera simplificada, trata de agrupar en primera instancia a los pacientes según su enfermedades. En segundo lugar, los clasifica dependiendo de la asistencia que requieran y, por tanto, de las necesidades tecnológicas para darle asistencia. Así podemos tener pacientes que puedan dar la información a su médico, a través de su móvil, sin tener que acudir a la consulta.

Con el objetivo de los crónicos, la empresa Indra (Madrid) en su sector sanitario, está desarrollando en Toledo un proyecto con el que pretende averiguar, a través de 80.000 pacientes, cuáles son las necesidades asistenciales de éstos.

Dando un paso más, encontramos a Oesia (Madrid) que en su sector sanitario, tiene la Guía Clínica Informatizada que, a través de la Inteligencia Artificial, pretende agilizar y asegurar una asistencia de calidad. Así pués, el sistema puede sugerir al médico la conveniencia o no de realizar una prueba diagnóstica, a partir de la historia clínica y la experiencia con otros pacientes que alberga el sistema. El médico, por supuesto, siempre tendrá la última palabra.

Así pués, estamos ante un proceso de "digitalización" de la sanidad, que nos beneficia y beneficiará en un futuro no muy lejano, ya que el afán de ahorro en la crisis actual acelerará las soluciones mencionadas y otras que están de camino.

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